EL MANUAL DE LOS GRANDES

Lo que no depende de nada ni de nadie, solo de ti.

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PARA TI no sé cuándo es.

Para mí es hoy: 22 de diciembre.

De ESTE año. Porque hubo otros QUE NO. Para nada.

Me refiero al comienzo DE las Navidades.

Cuando no, era por el desencanto EN EL QUE vivía.

¿Te ha pasado eso de vivir EN desencanto?

Es jodido eso…

A mí sí, ya te digo. Y me parecía terrible, porque encima es que creía en la Magia.

Cuando era pequeño, el 22 de diciembre, íbamos al colegio, pero lo que había era fiesta, sonrisas y entusiasmo.

En el país EN EL QUE nací, es el día de la lotería, que siempre sale en las noticias con gente muy contenta celebrando su suerte agitando botellas de champán.

El 22 de diciembre era maravilla en mi Alma de niño.

Luego, cuando pese a todos mis intentos DE fraternidad, 

comprobé que a mi alrededor la gente seguía EN las mismas que todo el año, 

sin cambiar ni mejorar  ni cuidar nada…

Y caí EN la cuenta de que no hacen falta unos días en particular para que a base de luces, árboles y comilonas, la gente se trate bien.

Primero A sí misma. Y desde ahí, también A los demás.

Y no entendí porque ese Espíritu de Amor no inundaba los corazones DE las personas cada instante, de cada día de cada año.

Y no entendí por qué la Magia de (solo) UNA Noche Buena, no era lo normal cada día haciendo Buenas TODAS las NOCHES.

Y caí EN el desencanto. Porque solo vi LO superficial.

Y es que yo soy más de profundidad.

Pero si no hay con quien compartir este profundidad, 

no porque no haya gente alrededor… sino por su desconexión de lo Mágico

pues eso, solo percibía luces vacías, celebraciones sin sentido y un pseudo entusiasmo TAN fugaz como frugal.

Porque la gente seguía IGUAL.

Con su mismo dolor, con su mismo miedo, con su mismo consu mismo.

Y la Navidad ME empezó a parecer una cosa SIN sentido y a veces hasta una p*ta mierd#, la verdad.

Me llegué a creer un asocial y todo…

Pero no.

Lo único que pasaba era QUE NO estaba muy por la labor de participar de 

la falsedad, la hipocresía, la desconexión generalizadas 

que EN estas fechas e desata EN la mayoría de LOS seres humanos, 

haciendo lo que no se siente, ni apetece ni se quiere. 

Y así, la Magia SE muere.

Vamos, que se LA mata.

Pues eso… vaya mierd#i.

MI REFLEXIÓN

La buena noticia es que la Magia NO había muerto NI extinguido en mi interior.

Y me dio por pensar QUE igual tampoco EN el interior de los demás. 

Y que si quería Magia, quién mejor QUE uno mismo, que yo mismo EN ESTE caso, para hacerla realidad.

A la vez comprendí a UN nivel más profundo el significado de lo que es CELEBRAR 

Y que el 21 de diciembre ES el equinoccio

Época de renovación, renacimiento y sobre todo, de El Regreso de la Luz,

al ir haciéndose los días MÁS largos y las noches más cortas.

Fecha que evoca e invoca que NUESTRA mejor naturaleza prevalezca. 

La Continuidad del Amor.

Que no hace falta nadie fuera para ser la Navidad dentro. Pero QUE SI hay buena gente buena al lado, ¡uy!, pues mejor.

Y que la Paz es EN un Corazón de verdadera Buena Voluntad.

Así, poner el árbol de Navidad en mi casita cobra ya todo el sentido: el Árbol de la Vida, de la Fuerza del Crecimiento, de la Potencia del Amor EN expansión.

Con sus lucecitas representando el destello interior irradiando y embelleciendo AL mundo.

Con su Estrella en todo lo alto, como la Guía Interior resplandeciente junto a la que no hay pérdida posible.

Ostia… ahora sí. Ahora todo tiene sentido.

Y Belleza.

Y Amor.

Y Luz.

Todo EN representación del estado interior de Gozo, Gratitud y Celebración como estados vitales.

TODOS los santos días.

Y es como si escuchara el susurro DE Amor que viene desde LO Invisible…

Bueno… sin el “como”.

¿Y …?

¿Los escuchas…?

LA IDEA MAGNÍFICA

“El Amor y la Magia no requieren de fechas específicas, sino de conciencia, disponibilidad y voluntad. Y esto está en la mano y en el corazón de todo ser humano. En todo momento, circunstancia y situación”.

PUEDES vivir esas situaciones de tu vida que te están “raspando” de una manera diferente. Radicalmente diferente.

En TODAS las fechas que te queden por delante.

¿A QUÉ esperarías…? ¿A que te susurren acaso…?

Todas esas que NO te terminan de cuadrar, de agradar. O que directamente TE están jodiendo.

Particularmente tengo MUY claro que soy finito y que en algún momento dejaré de existir como Francisko Javier… Esta forma DE-SA-PA-RE-CE-RÁ.

Y, CON esta tranquila y dulce conciencia, vivo de continuo en Navidad en mi interior.

Y se vive MUY bien. 

Ya que se está vivo, MEJOR vivir bien. 

En un cálido Hogar instalado EN el propio interior.

Y además, todo es muy diferente cuando se cuenta CONS-CI-EN-TE-MEN-TE con LO FAVORABLE de lo Invisible del Plano Sutil

Te LO aseguro.

Por amplia experiencia.

Pero, claro, hay que saber…

Te LO regalas y alucinas.

SOLO será para un@s cuant@s. 

Quien llegue, llegó

Quien no, pues no.

Y este tipo de oportunidad NO abunda.

Yo sí voy a estar 😉

Con Amor. Siempre.

Francisko Javier

PD: Ya sé que es otro día, pero me adelanto un poquito: Feliz Navidad. Con todo su profundo y mágico Sentido.

PD: Y para feliz, y provechosa y alucinante, la experiencia de lo rojito.

PD: Arriba.