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Acabo de ver UNA película.
De UN director que suele SER garantía.
Y TODAVÍA estoy digiriendo la potencia humana de lo que he presenciado en la soledad, intimidad y silencio DE mi habitación.
Mudo.
Estremecido.
Conmovido.
Transportado.
No tanto (y sí) por la tragedia que se narra, sino por la dimensión DE lo humano tratado y que me ha perforado el Alma.
El 13 de octubre de 1972 un avión con 49 personas se estrelló en un remoto lugar de la cordillera de los Andes.
Finalmente, tras más de 2 meses EN medio de un infierno solitario, helado y blanco, solo 16 seres humanos sobrevivieron.
NO VOY A contar mucho más por si alguien no sabe de la historia y quiere adentrarse en este universo a través de la película “La sociedad de la nieve”.
(Netflix)
Han coincidido 2 parámetros para qu me haya calado TANTO.
Bueno, 3.
1 (que es el 3): la gran factura de calidad de la peli.
2: que siempre me he sentido especialmente vinculado a todo lo que tiene que ver con la superación de los seres humanos, y
3: que es una de las historias de superación humana (de las que conozco) más impactantes.
Hay UN TEMA central en esta historia que, no olvidemos, fue real. Pasó.
El cuidado mutuo.
Unos seres humanos que no solo decidieron cuidarse entre ellos sino que, además, SUPIERON hacerlo.
Se pusieron a SABER hacerlo.
Y pusieron el Alma en ello.
Y HASTA la propia vida.
Te escribo a ti que esto lees con los ojos humedecidos. Sí.
MI REFLEXIÓN
En mi caso NO SOLO me conmueve el Alma presenciar cómo se cuidan entre ellos.
También cómo colaboran, como una especie de sana mini sociedad, en ese microcosmos forzado POR estar perdidos y abandonados EN ningún lugar.
Lo hacen, colaborar, cuidarse entre ellos, en circunstancias infernales. Circunstancias que muchos de nosotros NO podemos NI imaginar siquiera.
Y mientras observaba DESDE el parapeto de estar al otro lado de la pantalla, confortable, bien alimentado, calentito…
… no podía dejar de reflexionar acerca de lo que se hacen LOS seres humanos unos a otros en medios quizá aún más inhóspitos y feroces.
Como en algunos senos familiares.
Algunos ambientes laborales.
Algunas relaciones de pareja.
Lo mal QUE se tratan.
Sin Amor.
Algunos…. Algunas…
Mezquindosidad.
Sí, em invento palabras.
Y tal como se dice EN la peli: “Denle sentido ustedes”.
Porque se habla del sentido de LA experiencia que están viviendo.
Del sentido de que un ser amado muera en los propios brazos en medio de ESA hecatombe.
Del sentido de haber subido a ESE avión para vivir eso así.
Y AÚN se me mueve MÁS compasión por comprender que ESOS sistemas familiares, en ESOS ambientes familiares, en ESAS parejas, en ESO, lo que sea que te decía donde se tratan sin Amor…
… quizá estén compuestos por personas que ni siquiera SABEN ocuparse de sus propios asuntos internos…
Que ni siquiera SABEN cuidar de sí mismos en determinados aspectos de su propio mundo interior…
Es TAN frecuente…
Y así va LA sociedad.
No la ejemplar de la nieve, sino la otra, es decir, ESTA, la nuestra.
Con TANTA gente buscando consciente o inconscientemente que LES cuiden.
Como niñ@s necesitados.
Como huérfan@s emocionales.
Cuando… es TAN maravilla aprender a CUIDARSE.
Aprender a cuidar-Te.
En eso en lo que sabes QUE NO lo estás haciendo.
En lo que sabes QUE NO te estás cuidando.
No pasa nada… De verdad.
Seguramente llegarás a aprenderlo. Ya verás…
Por mi parte, EN ELLO confío.
LA IDEA MAGNÍFICA
“No hay mayor Amor que el que se entrega sin condición”.
La frase es por tod@s de sobra conocida.
Mas NO abundan las personas que han hecho de ella la piedra angular de su existencia.
¿Cuánta gente sabe mucho Y HACE poco?
Bien.
¿Sabes por qué ME toca especialmente la historia que te traigo hoy?
Porque aquellas personas que murieron en aquella montaña…
en cualquier montaña…
en cualquier genocidio…
en cualquier campo de concentración…
en cualquier casa…
en cualquier infierno EN EL QUE NO tuvieron más posibilidad…
… todas ellas, ME AYUDAN a posicionarme muy claramente en la vida.
A FAVOR DE la vida. (Yo que cierta vez tanto desee morirme…)
A FAVOR DEL autocuidado y de cuidar a mis semejantes.
Que están enn el mismo exacto viaje HACIA el Amor que yo.
Por eso lo aprendí: cuidarme y cuidar.
Que, mira tú, no es más que la misma y única cosa.
Por eso LO enseño.
Bueno, y por otras varias razones que… quizá EN otro momento, si eso.
Ahora, para esto, aquí, en lo rojito:
LA ACELERADORA by Francisko Javier
PD: Si les gusta el buen cine, vean la película de J.A. Bayona.
PDok: Y si no, pues también. Por razones humanitarias.
Pd: Sin palomitas a poder ser. Por favor, sean solidari@s con quienes vivieron ese infierno de frío, desesperación y hambre.
PD+: Y… por favor, sean solidarios con sus semejantes.
PDsí: Y con ustedes. Por favor.
PDF: Y si les gusta el buen desarrollo personal y espiritual… en lo rojito.
PD33: porque tal como se está ofreciendo en este preciso instante, caduca.
P9D: Después ya no.
Con Amor. Siempre.
Francisko Javier